Nuestras vidas son los ríos...

07 Febrero 2022

El agua es la fuente de nuestra existencia y esta comarca puede presumir de este bien con abundancia.
Pero, la calidad desde hace décadas está muy por debajo de los niveles de antaño, por el escaso cuidado al que hemos sometido a las principales fuentes de nuestro abastecimiento, que son los ríos, convertidos en alcantarillas de vertido directo de las aguas residuales de todos los municipios.
En un mundo, teóricamente civilizado  como el nuestro, debería haber soluciones más que suficientes para evitar esto, como, por ejemplo, balsas de vertido que una vez llenas se limpiasen para su uso como abono.
Lo incomprensible es que se realice la desembocadura directa de todas las aguas sucias a los ríos, aguas llenas de detergentes, basura y hasta los venenos utilizados en la agricultura procedentes del lavado de las sulfatadoras.

Y es que, precisamente, todo este sistema hidrológico que forman las arterias fluviales de nuestra comarca bajo los nombres de Tera, Esla, Órbigo, Eria, Cea, Valderaduey, es el que mantiene vivos los recursos que poseemos: el consumo humano y el de la ganadería; el abastecimiento de las industrias; los regadíos de las tierras de Los Valles; la diversidad forestal; la fauna piscícola, etc...
Lo peor es la escasa consciencia y conciencia de que todo esto, que son nuestras vidas, dependen de nuestros ríos. Si seguimos maltratando o permitiendo que se sigan contaminando nuestras aguas seguiremos preguntándonos, entre otras cosas, el porqué de esas raras enfermedades que surgen de repente, el por qué desaparecen especies de peces de toda la vida o el por qué no nos podemos dar un chapuzón de agua limpia como en la infancia.
Lo paradójico de esta situación es que desde la Junta o el Gobierno se impongan a veces sanciones sin sentido a particulares y al mismo tiempo sigan llevando a cabo los vertidos urbanos de las aguas residuales sin depuración.


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